Acuicultura responsable a nivel de la producción.
Grupo Floval promueve el desarrollo de la acuicultura responsable para el crecimiento regional en Colombia.

"“Los Estados deberían promover prácticas acuícolas responsables, con el fin de apoyar a las comunidades rurales, las organizaciones de productores y los acuicultores.” (Artículo 9.4.1 del CCPR)
Promover el desarrollo de la acuicultura. Dado el importante aumento de la producción y del valor de las actividades acuícolas y otras afines, así como la expansión de las mismas, generalmente se cree que la acuicultura y la pesca basada en el cultivo ofrecen grandes posibilidades para atender la creciente demanda de alimentos. De hecho, la acuicultura se concentra sobre todo en el mundo en desarrollo, sobre todo en los países asiáticos, donde ofrece importantes beneficios nutricionales y económicos a las comunidades rurales, y con pocos efectos ambientales adversos, si es que alguno. El grueso de la producción acuícola se basa en sistemas que utilizan escasos insumos (Ref. 91, 92, 93). Las exportaciones de especies de gran valor permiten obtener preciadas divisas en muchos países en desarrollo. Además, y lo que es muy importante para la seguridad alimentaria, la producción, elaboración y venta de pescado ofrece posibilidades de mejorar la nutrición en las zonas rurales y urbanas, puesto que ofrece una fuente económicamente asequible de proteínas de alta calidad además de brindar una oportunidad para generar ingresos, al mismo tiempo que se diversifica la producción y se reducen los riesgos de depender exclusivamente de la producción de uno o varios tipos de productos.
Promover prácticas y actitudes responsables. Las tendencias registradas dentro de muchos países hacia el uso de sistemas de acuicultura más intensivos y de especies de más alto valor, en muchas ocasiones en zonas costeras vulnerables, podrían aumentar las posibilidades de daño ambiental y representar una presión adicional para la estructura socioeconómica de las comunidades locales, si no se adoptan planteamientos basados en el desarrollo sostenible. Por ello, es imprescindible que el sector de la acuicultura y todas las partes interesadas adopten un fuerte compromiso en pro de la cooperación y la autorreglamentación.
Es obligación de los Estados ayudar a los acuicultores individuales y al sector acuícola en general a establecer sus propias normas para las prácticas acuícolas responsables. Donde éstas no existan, los Estados deberían promover el establecimiento de grupos de autoayuda entre los acuicultores y asociaciones de productores, y fomentar la colaboración entre el sector acuícola privado y las autoridades gubernamentales, las instituciones dedicadas a la investigación y otras organizaciones de productores de alimentos en los planos local, nacional e internacional. De esa manera, las autoridades gubernamentales deberían despertar una mayor sensibilidad sobre la necesidad de adoptar actitudes responsables en el sector acuícola, dado que, cada vez más, los acuicultores y a quienes están relacionados con ella se les exige ser responsables de sus acciones. Pueden celebrarse consultas sobre los posibles incentivos a la promoción de prácticas sostenibles, contando para ello con las autoridades gubernamentales, los productores acuícolas y los integrantes de las comunidades rurales. Deberían ofrecerse a los acuicultores y a sus asociaciones actividades de capacitación sobre los aspectos normativos que regulan la práctica de la acuicultura para permitirles participar en la formulación y perfeccionamiento de la legislación relacionada específicamente con este campo.

Beneficios de la asociación y la autorreglamentación.
Los principales beneficios que pueden derivarse de la asociación de las organizaciones de productores y el establecimiento de códigos voluntarios de prácticas y de directrices son los siguientes (Ref. 94):
los acuicultores, asociados en virtud de acuerdos sobre normas y objetivos comunes, se encuentran en mejores condiciones para defender sus intereses y negociar sus derechos y privilegios frente a otros competidores;
la imagen pública del sector de la acuicultura puede mejorar mediante el cumplimiento de las normas establecidas y una autorreglamentación adecuada;
se llegará a una mejor comprensión común y a un acuerdo sobre las medidas específicas que pueden o deben aplicarse para conseguir el desarrollo sostenible de la acuicultura;
pueden identificarse y negociarse las funciones y responsabilidades de las personas, los grupos de interés o las instituciones públicas o privadas, para garantizar y confirmar su compromiso y aporte al desarrollo sostenible de la acuicultura;
en el contexto de la ordenación geográfica integrada, la acuicultura responsable reconoce su interacción con otros sectores en la conservación y aprovechamiento eficiente de los recursos y, por ello, puede solicitar que esos sectores no pongan en peligro la disponibilidad de los recursos necesarios para el desenvolvimiento de la acuicultura y de la pesca, tanto en lo que se refiere a su cantidad como a su calidad." FAO